Arcioni desvelado: tras el descontento social hacia Alberto, prepararía la salida de Massoni
Cualquier acción y omisión en una provincia que transita el camino acostumbrado de lo impredecible o imprudente, deriva en detonantes difíciles de remediar. El mínimo error es motivo de diferencias. Y cuando reina la susceptibilidad, los ánimos se exasperan.
Varios días se cumplieron de un feroz entredicho entre el gobernador Mariano Arcioni y el ministro de Seguridad, Federico Massoni, respecto a algunos manejos políticos de temas que movilizan el interior y el exterior de Fontana 50.
La discusión alcanzó escalas impensadas, las suficientes para que el mandatario provincial exigiera la renuncia del ministro simulado en actor de Hollywood, amante de los flashes y la exposición mediática.
Para fortuna de ambos, allegados a Arcioni y Massoni intervinieron para para que la uva no mute a vino. Todo se calmó, y el ministro garantizó su continuidad frente a la exigente Secretaría de Seguridad. El amor y la paz encontró un rincón en Casa de Gobierno.
La duda volvió
Cuando todo transitaba por un proceso amistoso, llegó el presidente Alberto Fernández para protagonizar un episodio lamentable, desde lo institucional, cuando recibió el repudió y la agresión de grupos sociales “amigables” con los recursos naturales de la provincia.
El destrozo en los vidrios de la camioneta que transportaba a la comitiva presencial en Lago Puelo -cuando Alberto Fernández se disponía a recorrer la zona afectada por las llamas en la cordillera-, reavivó aquel episodio entre Arcioni y Massoni.
Con la contundencia de los hechos, el gobernador estaría analizando seriamente el pedido de renuncia del ministro más hiperactivo de la gestión. Y otra vez la turbulencia parece atravesar el Ministerio de Seguridad.
El malestar por la escasa confiabilidad ofrecida por el cordón policial despertó la ira del gobernador, y parece haber encontrado el justificado para preparar el alejamiento de Massoni de la cartera de Seguridad.
Quiere una banca
No todo es gris para Massoni; también asoma el verde de la esperanza y el azul de la calma. Al parecer el ministro tiene todo orquestado para iniciar su aventura hacia la cámara Alta del Congreso Nacional, sitió que conoció su padre, Norberto Massoni, y quien parece fue su guía.
El ministro está entusiasmado, aunque no lo exclame abiertamente. Cierto es que sus seguidores ya iniciaron un camino que parece no conocer límites, más allá de que la experiencia proselitista imponga condiciones adversas.
Asoma Gómez
De concretarse la salida de Massoni, el actual jefe de la Policía del Chubut, Miguel Gómez, sería el apuntado para reemplazarlo.
En Fontana 50 están conformes con el despliegue que imprimió Gómez a los uniformados del sistema de seguridad, por lo cual no resulta impensado el arribo del comisario a uno de los despachos principales de la casona gubernamental.
Del comisario seduce su capacidad de mando y la dinámica laboral en la gestión pública. Condición que escasea en la estructura de Gobierno, por eso es seguido de cerca por Arcioni, que reconoce su impronta locuaz frente a un departamento que obliga a la preparación constante.