Ante el despropósito accionado por la concejal de Arriba Rawson, Iris Otero, el resto de los ediles evalúa solicitar su renuncia, atendiendo que puso en riesgo la salud de quienes participaron de la sesión, que finalmente fue suspendida.
Su salida -que de concretarse sería un acto de absoluta coherencia-, le habilitaría el atril a Ariel Caballero, primer suplente en la lista 1105 proclamada después de las elecciones del 2019. El mencionado estuvo al frente de la oficina de Promoción del Empleo, y ahora cumple funciones como secretario del bloque mayoritario en el Concejo Deliberante; el destino le jugó a la suerte.
Caballero es una opción confiable para el bloque Arriba Rawson. Es el garante que le falta a la gestión en el Concejo Deliberante; una mano con la que el oficialismo puede avanzar en temas de su interés, cuestión que con Otero, últimamente, estaba impedido. Pronto profundizaremos. Aunque es oportuno mencionar que lo sucedido con la edil también abrió al Ejecutivo una oportunidad para sus cometidos cuasi insolventes.
Varias son las opciones que dispone el oficialismo capitalismo para reemplazar a Otero. La lista de concejales suplentes la completan Beatriz Elina Williams, Pablo Pastor González y Vanina Guadalupe Castaño, esta última a cargo de la Dirección de Comercio; un área clave en tiempos de pandemia, que exige presencia permanente y estrategias de control, aunque poca vistosa en el presente.
Otero cometió la imprudencia -porque conoce las consecuencias-, de asistir al recinto de sesiones con síntomas compatibles con COVID-19. Inmediatamente, se activó el protocolo y las autoridades legislativas levantaron la sesión.
A la espera del resultado del hisopado, quienes tuvieron contacto con la concejal permanecerán aislados; y el Concejo Deliberante cerrado preventivamente.