viernes, febrero 14, 2025
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Ya arrancó la parafernalia madernista con vistas al 2023

Aunque Trelew esté sumida -por decisión de los operadores públicos actuales-, al conformismo del subdesarrollo, el intendente Adrián Maderna no repara en esas limitaciones que exhibe la ciudad desde cualquier punto de vista, y pretende, motivado por sus ambiciones, alcanzar la gobernación en 2023.

No existen pergaminos que sustenten la transformación prometida para Trelew. Sólo se actuó sobre lo inmediato y asistió a quienes se movilizaron cerca del poder concentrado: la mal denominada paz social.

Los recursos carecen, sin embargo Maderna ya instruyó a sus fieles a iniciar el camino a la gobernación. Y eligió determinados puntos que acompañan el trazado de la Ruta Nacional 3 (tramos hacia Comodoro Rivadavia), para imprimir su apellido junto al año clave: 2023.

El mensaje “Maderna 2023” se descubre a lo largo de la ruta, emergiendo de la profusa pampa patagónica. Victoriosos los militantes retrataron cada uno de los graffitis dispuestos en la cuna del viento.

Presencia en Comodoro

Mientras las pintadas proliferan, los operadores del mandatario trelewense organizan el juego para que Maderna converse con sectores de toda la provincia. El diputado José Giménez -que por lo visto no es exigido por la labor parlamentaria-, es el encargado de coordinar los encuentros políticos.

En breve habrá una reunión en Comodoro Rivadavia, zona acaudillada por Juan Pablo Luque; otro que pretende Fontana 50, aunque debe resolver su litigio personal-mental que le permita adoptar una postura clara. Los indecisos no llegan al muelle cuando saben que la mar es traicionera.

Maderna visitará la ciudad del oro negro para cerrar acuerdos con dirigentes y militantes. En plena pandemia, provechoso de las oportunidades que ofrece el decreto que establece confinamiento para los no esenciales, el intendente quiere convenir a cualquier costo.

Comodoro es difícil. Los regionalismos innecesarios marcaron las diferencias inexistentes entre el Valle y el sur chubutense. Es una zona compleja para quienes pretendan el poder absoluto de la provincia. Una región que no cederá por limosna ni espejos de colores, y Maderna es consciente que -de definir más estructura-, tendrá una deuda ciclopea.

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