Trelew, la “madriguera” de Maderna
Trelew se caracterizó en los tiempos dorados por progreso, voluntad ciudadana y sana convivencia. Una ciudad acostumbrada a los hábitos bien definidos, tolerancia y respeto. El desarrollo de las actividades plenas, empleo y calidad productiva.
El paso del tiempo lapidó a Trelew. Todos son responsables; también es cierto que la degradación política -punteros devenidos de dirigentes y su escasa formación-, derrumbaron las esperanzas de una ciudad que tiene recursos para no abandonar el sueño del despegue.
Las decisiones inoportunas pensadas por una dirigencia funesta provocaron el detrimento de una ciudad que funciona por tracción propia de actividades ya establecidas; no hay mérito de la política. Trelew funciona porque ofrece servicios, pero está acéfala políticamente. El Gobierno actual solo opera en cuestiones vagas, mientras otros puntos turísticos cercanos manifiestan un crecimiento sostenido y despiertan la sensación del mentado “mundo aparte”.
“Intendente Maderna, la Municipalidad es una madriguera”; una vecina -molesta y preocupada por la inseguridad-, definió a la perfección el manejo político de Trelew. Un dato certero que nadie se atreve a reafirmar, e incluso los mismos generadores de opinión se esfuerzan en ocultar.
Desde hace un tiempo pronunciado, independientemente de las gestiones, la urbe demuestra un estancamiento; y peor efecto causó la pandemia. Los últimos 8 años -comprendidos dos gobiernos municipales-, fueron nefastos, hubo una dedicación absoluta a vaciar la Municipalidad a partir de la generación cargos y asesorías. Sencillamente: generar empleo y sustento a las amistades, obviando las aptitudes de quienes fueron elegidos.
La vecina tiene razón: no hay cuadros técnicos debidamente formados en el municipio de Trelew para responder a las exigencias de semejante desafío. Sin embargo, el intendente Adrián Maderna protege a sus colaboradores más allá de sus incapacidades. Y sostiene sus nombramientos por acuerdos cerrados con anterioridad al cargo. Inexplicable.
Trelew atraviesa un momento complejo, como el resto de las ciudades y el mundo. Aunque es difícil reconvertir una imagen pálida en la comunidad considerando los personajes que deciden por los intereses de la ciudad.
Es prejuzgas si se define a la gestión actual como una de las peores de la historia, pero le sobran méritos para serlo. Habrá que pensar en las urnas qué rumbo quiere el trelewense. Restan poco más de dos años para plantear un voto a conciencia. Y que considere el progreso de la ciudad.
Argumentos sobran para evaluar al presente gobierno, pero ya es parte de análisis de los trelewenses que comparten las vivencias.