El Gobierno Nacional anunció cambios en el protocolo sanitario contra el COVID-19 establecido para las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
A diferencia de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se celebraron el 12 de septiembre, se podrá hacer fila en cada mesa.
En las PASO, la fila se realizó fuera de los centros de votación. Se estima que así se le dará mayor agilidad a la emisión del voto y la posterior sistematización de los datos.
La nuevas medidas tomadas en esta nueva etapa de la pandemia fue hecha por la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
La portavoz del Gobierno explicó que en los próximos comicios “no va a haber el mismo el protocolo que en las PASO porque la situación sanitaria mejoró”.
El presidente argentino, Alberto Fernández, tomó juramento a los nuevos ministros del Gabinete Nacional, a más de una semana de celebrarse las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, con un resultado inesperado para el Gobierno. “No me van a ver atrapado en disputas innecesarias. Integramos un movimiento que sabe escuchar las demandas populares y la voz del pueblo”, definió el mandatario, antes de firmar las actas de asunción.
Desde Casa Rosada, el presidente aseguró que “la solución a los problemas de los argentinos no está en que nos dividan, sino en que estemos unidos para hacer frente a lo que hace falta”.
Añadió:“No me van a ver atrapado en disputas innecesarias, mi única preocupación es que los argentinos vuelvan a ser felices después de los cuatro años de desdichas que precedieron a mi gobierno y de los dos años de pandemia”, remarcó.
Fernández expresó que “cuando la gente no nos vota, no nos enojamos con ellos, sino con nosotros; y nos preguntamos por qué habrá sido, debatimos de cara a la gente”. Sostuvo que “la Argentina no la resuelve un presidente ni un grupo de ministros”, por ello “vamos a trabajar con todos”.
“Somos parte de un movimiento que sabe escuchar las demandas populares y la voz del pueblo”, destacó, y detalló: “A lo largo de la semana escuché a muchos porque quiero cumplir con mi palabra de entender por qué la gente votó como votó”.
Fernández anticipó que “vamos a empezar a tomar decisiones desde ahora, que tienen como objeto dar respuesta a una parte del electorado al que la pandemia dejó mal, y al que todo el crecimiento económico no llegó con la velocidad que hubiésemos querido”.
“No somos parte del país que quiere sacarles la indemnización a los trabajadores, sigo insistiendo que hay dos países en pugna y tenemos que resolver eso”, afirmó el presidente.
Además, agradeció “a cada uno de los ministros y ministras (que dejaron sus cargos). Me honraron con el esfuerzo que hicieron y lo valoro porque sé en qué escenario de dificultad tuvieron que trabajar. Vamos a seguir trabajando unidos, en la Argentina que queremos construir”.
Asunciones
En la ceremonia asumieron sus funciones Juan Manzur, en la Jefatura de Gabinete de Ministros; Santiago Cafiero, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto; Aníbal Fernández, en Seguridad; Julián Domínguez, en Agricultura, Ganadería, y Pesca; Jaime Perczyk, en Educación, y Daniel Filmus, en Ciencia, Tecnología e Innovación. Además, Juan Ross se hizo cargo de la Secretaría de Comunicación y Prensa.
Consumadas las PASO -con resultado adverso para el Gobierno-, el presidente argentino Alberto Fernández confirmó los primeros cambios en su gabinete. Habrá referentes históricos del kirchnerismo.
Ellos son:
-Juan Manzur (Jefe de Gabinete de Ministros)
-Santiago Cafiero (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto)
-Aníbal Fernández (Ministerio de Seguridad)
-Julián Domínguez (Ganadería, Agricultura y Pesca)
-Jaime Perzyck (Educación)
-Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología)
-Juan Ross (secretario de Comunicación y Prensa)
La jura de los nuevos integrantes del gabinete será el próximo lunes a las 16 en Casa Rosada.
Continuará Wado de Pedro en el ministerio del Interior, y Martín Guzmán en Economía.
Fernández y parte del gabinete compartirán este sábado en la Rioja un almuerzo con gobernadores de todo el país.
El resultado de las PASO en Chubut desarticuló al Gobierno provincial. Cualquiera que imaginaba un resultado a favor, carece de sentido real. Al menos para el ciudadano la historia ya estaba definida previamente.
Las urnas castigaron. El desenlace era inevitable. El Gobierno, más allá del régimen constitucional que obliga las elecciones, puso a prueba su credibilidad, lógicamente sin éxito. El electorado se expresó en el cuarto oscuro. Ya no tolera la pasividad gubernamental.
Sin embargo, lejos del mea culpa, el Ejecutivo le restó importancia al resultado comicial. “Hay que desdramatizar” lo sucedido “porque entendemos que el pueblo se manifiesta con un enojo, pero esto no tiene que hacer a las cuestiones del Gobierno”, dijo al término de una reunión de Gabinete, el ministro de Gobierno y Justicia, José María Grazzini.
Cierto es que al día siguiente de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias el gobernador Mariano Arcioni les recriminó a cada uno de los funcionarios su poca participación en la campaña proselitista, en apoyo a sus pares Federico Massoni y Fabián Puratich.
Mediante un comunicado oficial, Grazzini remarcó que “el camino es mirar hacia adelante, estamos comprometidos a que vamos a dejar otro Chubut, ese es el compromiso que pidió el gobernador. Creemos que Chubut debe encontrarse con un 2023 mucho mejor”.
Tras las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias concretadas el 12 de septiembre, el Gobierno sucumbió en la inestabilidad funcional impensada antes de las elecciones, peligrosa para sostener el ritmo de la gobernabilidad. Varios ministros presentaron su renuncia, abriendo el camino al presidente Alberto Fernández para introducir los cambios apropiados en el Gabinete.
Frente a la presentación masiva de las dimisiones, el mandatario argentino señaló que se “apuraron”. En este sentido, afirmó que “con presiones, no me van a obligar”.
La vicepresidente Cristina Fernández, expresó el presidente, “me conoce, sabe que por las buenas a mí me sacan cualquier cosa”.
El mandatario calificó las renuncias como una “estudiantina”. Y ratificó que las decisiones se adoptarán junto con Cristina.
En política no existen límites cuando de sacar provecho se trata. Pedidos inimaginables ocurren para sugerir supuestos beneficios a cambio de la voluntad colectiva ciudadana. Y se potencia cuando la dirigencia dispone de inlfuencias sobre el electorado, personas que inducen la indecisión hacia el interés correspondido.
Acontecidas las PASO, se filtró en las últimas horas el audio de uno de los supuestos propietarios de la pesquera de capitales franceses King Crab, asentada en Camarones, que pide a los empleados -que de acuerdo a la información a la que accedió Cinco Claves estarían todos en condiciones irregulares-, acompañar en las urnas al precandidato del Frente de Todos, Carlos Linares, para que puedan acceder a un plan de viviendas en terrenos que tendrían la aprobación de la intendente, Claudia Loyola.
El audio fue viralizado por WhatsApp. Y reafirma el concepto político prejuiciado de un voto a cambio de favores. Las reglas se imponen a través de distintos mecanismos de amedrentamiento, aunque los tiempos variaron y el electorado analiza el sufragio antes de depositarlo en la urna. Más allá que existen aún personas que responden a sus referentes sectoriales, que muchas veces acuerdan voluntades por fuera de su estructura partidaria.
El supuesto empresario, al parecer, envió un mensaje de voz a un grupo interno de WhatsApp. Y dice lo siguiente: “Hablé con gente de Nación, de una constructora que ya hizo obras en Bahía Blanca y Mar del Plata. El municipio (de Camarones) les cede las tierras, seguramente después habrá que pagar el lugar; hay posibilidades de hacer viviendas, a pagar por mes”.
“Antes de pagar un alquiler para el que no tiene está bueno. Hablé con Claudia (Loyola) para evaluar los espacios, tenemos todo el apoyo. Dijo que no había problemas por los terrenos, si hacemos un proyecto bien hecho”, agrega.
“Esta gente de Nación, de la constructora, está con (Carlos) Linares, mañana (por el domingo electoral), si tenemos que votar, si nos dan la posibilidad de avanzar, sería bueno darles una mano. Yo, tema política no me meto, pero es una buena oportunidad. Gente que es de ahí (Camarones) se tuvo que ir, ahora volvió para trabajar y no tiene dónde parar, o tiene que estar con los tíos y no está bueno. Si tiene la posibilidad de tener la casita, les vendrá bien a todos”, añade.
“Fíjense al momento de votar, ténganlo presente. Si nos acompañan, podemos acompañar”, concluye el audio.
Trabajadores judiciales del Chubut retomaron este lunes los reclamos por mejoras salariales, cumplidos ya 23 meses sin recomposición.
El Gobierno, golpeado por la despiadada derrota del domingo 12 en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, ya no tiene margen para respuestas inmediatas. Razón que, inevitablemente, dilatará aún más los conflictos en la provincia.
El Ejecutivo, en su intento de mantener expectativas de cambios, demora resoluciones; sabiendo que no tiene posibilidad de respuestas. Toda acción tendiente a una posible solución ya no calmará el malestar en la comunidad. Con el resultado de las PASO perdió poder, y solo funciona por inercia. Ejecuta lo menos costoso y más sencillo.
Un día después de las elecciones, los reclamos se sucedieron a primera hora en Rawson. Afiliados al SITRAJUCh retomaron el pedido de recomposición salarial, al cumplirse 23 meses sin novedades.
Los trabajadores concentrarán en el edificio del Superior Tribunal de Justicia -cuyo interior huele a lucha-, este martes y jueves para evaluar los planes de acción, con la finalidad de sostener el pedido de mejoras salariales.
Los empleados judiciales ya se manifestaron este lunes en asamblea, y acondicionaron el inmueble público para visibilizar la lucha. “Debemos mantener el reclamo porque es un derecho consagrado”, señalaron a Cinco Claves.
Las PASO golpearon duro hacia el interior del peronismo chubutense. Tal vez -para varios-, era un resultado esperado. A semanas de las elecciones primarias muchos vaticinaban un resultado adverso: “Van a terminar terceros, cómodos”, indicaban.
Los porcentajes electorales no engañaron, al contrario, confirmaron la profecía menos feliz para un PJ que esperaba vencer ampliamente, de acuerdo al último antecedente comicial que le facilitó al peronismo regresar al poder nacional.
Ocurre que en Chubut hay un descontento generalizado con la conducción provincial peronista, a manos de Carlos Linares, el precandidato a senador por el kirchnerismo. Ese hartazgo fue advertido por un buen número de dirigentes y militantes, que se autorefugiaron en sectores internos abrazados a la causa más noble del movimiento popular. Y reclamaron su espacio; aunque fueron desoídos.
“Linares cerró el partido, quiere ser él. Importa sólo su persona”, señaló a Cinco Claves un dirigente que recorrió las llanuras del Chubut y conoce el empantanado camino proselitista. No es el único, también se pronunciaron públicamente otros sectores pejotistas, pregonando un partido abierto, dispuesto a las disidencias y a la construcción a partir del desencuentro. No es difícil, quizás lo complejo sea aceptar las discrepancias; sucede que la admisión de hechos se da según la personalidad.
Tal vez Linares no tiene intenciones de oir. La realidad es gravosa: un peronismo sin presencia en electoral. Mustio, unisectorial, administrado con autoristarismo, distante de la conjunción de ideas innovadoras.
El resultado de este domingo solo es responsabilidad de Linares. Circunscribir el partido a su mínima expresión tiene costos dolosos. Fue un voto crítico hacia el mismo peronismo. Más allá de la participación independiente del electorado, quizás algunos dirigentes indujeron el voto; nada sorprendería. El malestar es profundo y pasa factura.
Ni siquiera es traición, porque hubo un aviso previo. Los pronunciamientos públicos de dirigentes y militantes peronistas no causaron impresión en Linares, que continuó con su actitud narcisista.
El exintendente de Comodoro Rivadavia quizás demore en reconocer que fue uno de los responsables del fracaso electoral 2021. Difícilmente el resultado varíe; al menos en Chubut. Y no es que la oposición tenga exponentes brillantes; pero desde hace un tiempo lejano las instituciones políticas más populares del país (UCR-PJ), se deben una depuración. Ese proceso es infundadamente demorado.
Será momento de purgar el partido. Asumir los errores y abrir los brazos a quienes tienen intenciones de construir sobre bases reales. Pero que no se traté de un proceso cortoplacista, más bien que perdure, entienda de ciclos y se aleje de los personalismos.
No sólo en la categoría a senadores Juntos por el Cambio sacó una ventaja holgada en Chubut, también aventajó cómodamente al resto de las expresiones políticas que presentaron precandidatos a diputados nacionales. Fue un resultado inesperado, en un distrito con el que la familia Kirchner simpatiza.
Escrutadas el 97,6% de las mesas, Juntos por el Cambio totalizaba (comprendidas las tres listas), 107.774 votos; el Frente de Todos (dos listas), 72.078 sufragios, y el oficialismo enarbolado en el ChuSoTo 35.824 votos.
Detrás el Frente de Izquierda y de Trabajadores 25.694; y el Partido Independiente del Chubut con 19.924 votos.
Detalle
La concejal de Comodoro Rivadavia, Ana Clara Romero, que integra la lista “Juntos por Chubut” y acompaña a Ignacio Torres, cosechó 62.787 votos; detrás aparece el actual diputado nacional, Gustavo Menna, con 34.511 votos; y cierra Pablo Martínez, de “Abrí los ojos Chubut”, con 9,72.
En el caso del Frente de Todos, María Eugenia Alianello, reunió 57.882 votos; en tanto que Daniela Andrade, del “Frente de mujeres justicialistas”, obtuvo 14.196 votos en la categoría diputados nacionales.
ChuSoTo fue el tercero más votado en esta categoría; sector que fue representando por el actual ministro de Salud, Fabián Puratich. El funcionario alcanzó 35.824 votos.
Juntos por el Cambio fue el sector más votado en Chubut, escrutadas el 97,6% de las mesas. La coalición integrada por el PRO, UCR y otros partidos políticos se impuso sobre los candidatos del Frente de Todos, ChuSoto y la izquierda en las categorías a senadores y diputados nacionales (ver aparte).
En Senadores, los candidatos de las tres listas que pujan en Juntos por el Cambio en la sumatoria general aventajan a su perseguidor más inmediato, Frente de Todos, por 35.215 votos.
Es decir, mientras los tres precandidatos del sector vencedor obtiene una sumatoria total de 108.273 sufragios, los postulados K alcanzan 73.058 votos, escrutadas el 97,6% de las mesas.
Pésima fue la elección del oficialismo en la provincia, gobernada por Chubut Somos Todos que con lista única obtuvo 36.777 votos, a más de 70 mil sufragios de los hombres de la coalición vencedora.
Torres manda
En la interna de Juntos por el Cambio, Ignacio Torres, obtiene una cómoda ventaja frente a Sergio Ongarato, camino al Senado. El primero alcanzó -provisoriamente-, 63.413 voto contra 34.165 del intendente de Esquel.
Cierra la votación Mario Cimadevilla con 10.695 sufragios.
Sabor a poco
Carlos Linares, el delfín kirchnerista en Chubut, se impuso en su interna ante el “Frente de mujeres justicialistas”, y ahora intentará la unidad, aunque esté lejos de las voluntades totales de Juntos por el Cambio.
El exintendente de Comodoro Rivadavia cosechó 59.137 votos contra la lista G, que obtuvo 13.921.
Perdedores absolutos
No suficiente con el descalabro administrativo-político que atraviesa la provincia, el oficialismo chubutense sufrió un duro castigo en las urnas. El hombre elegido para la senaduría, Federico Massoni, obtuvo 36.777 votos, cómodo en el tercer lugar, detrás de las otras dos fuerzas políticas.
El Frente de Izquierda y de Trabajadores alcanzó 25.525 votos, sumando las dos listas, resultando vencedora la encabezada por Gloria Saez, con 13.968 sufragios contra los 11.557 de Maxi Masquijo.
La votación la cierra el Partido Independiente del Chubut, que presentó como precandidato a senador a César Pressinger, quien reunió 19.980 votos.