Nunca dejes de sorprenderte. En Chubut suceden cosas inauditas. La política es tan tirana que ni siquiera permite pensar en el bien colectivo, sólo está limitada al placer individual. Y hace daño.
No debería inquietar el progreso, pero al parecer algunos jefes comunales no están aptos para asumir desafíos que representen crecimiento, ostentación, nuevos horizontes.
Ocurre que en Camarones, la Cooperativa Eléctrica se interesó en continuar un proyecto -abandonado por una empresa contratista-, para proveer de energía a un vasto sector de la comuna, cerca de la costa. Y para avanzar, debe remover unas palmas de luz ubicadas en la dársena de calle Estrada, próximas al Correo Argentino. El plan integral señala que el loteo fue adjudicado en venta en el 2003, pero lo alcanzó el desinterés ejecutivo.
La prestataria de los servicios públicos giró una nota pidiendo autorización al municipio para encauzar la obra, pero la respuesta fue insólita. Sólo por remover un poste de luz, la gestión que conduce Claudia Loyola exige un estudio de impacto ambiental, entre otras cuestiones que rozan lo cómico.
Los trabajos comprenden el tendido eléctrico de media tensión, a través de un cableado aéreo de 600 metros de longitud, para el cual se utilizará un cable de aluminio de 35mm/2 montado sobre crucetas de madera con aisladores antivandálicos. El municipio sólo tiene que autorizar las tareas, ni siquiera debe financiar el proyecto.
Sin embargo, la intendente -el artículo “la” determina el género-, exige: motivos y origen de la obra; que acompañe copias del proyecto y aprobación de éste si existiera un convenio con la autoridad que respalde esa tarea; quiénes son los encargados de la remoción y responsables de su impacto; acompañe informe de Seguridad e Higiene que respalde las condiciones en que será ejecutada la obra; indiquen y acompañen el informe de Impacto Ambiental y de necesidad de romper 40 cmse de adoquinado y poda de árbol; qué profundidad, extensión de calles, tiempo de ejecución tendrán las tareas de rotura de adoquinado, impacto de suelo; informe la previsión de impacto en los servicios públicos que tengan red subterránea y suelo; personas que estarán a cargo de la reparación y reconstrucción de lo dañado, indicando quienes proveerán los recursos económicos para ellos.
Una desconsideración, en virtud del movimiento simple que debe realizar personal especializado. Y hay más: “Una vez evaluado por el municipio, será analizado por el Concejo Deliberante”, dice la nota 166/2021, clarificando el concepto de demora inapropiada.
Será momento de replantearse algunos conceptos, de silenciar sugerencias de perfectos desconocidos que ofician de asesores, pero poco conocen del silbido de un porcino. El beneficiario debe ser el soberano, la gestión no mide amistades.