Piñas van, piñas vienen…Pagliaroni modo Tyson
Los dirigentes políticos dejan la piel en cada proceso electoral. Viven con efervescencia cada instante; aunque lamentablemente no trabajan con ese entusiasmo para la comunidad, más bien, responden a sus propias metas. Son egoístas. Direccionan la abundancia hacia sus fuentes de poder, con el propósito de concentrar las reglas del destino.
Ese impulso mecanizado con efusividad nos dispone a movimientos bruscos, violentos, que desconocen límites y consecuencias. En Trelew, un acto de extrema ferocidad se habría registrado en el Comité de la Unión Cívica Radical, sobre calle Moreno.
El reconocido dirigente ucerreísta Manuel Pagliaroni habría perdido los estribos, y al mejor estilo Mike Tyson, se trenzó a las trompadas contra otros correligionarios. Incluso hay muestras fotográficas de la violencia ejercida contra la puerta que separa el salón de conferencias con la oficina de la base de datos de la Junta Electoral.
No se trata de una campaña pública de desprestigio electoral (Cinco Claves evita inmiscuirse en esos hechos que mal podrían beneficiar a otro sector político). El medio solo relata episodios, que en este caso, distan del respeto democrático hacia las instituciones.
Es grave, porque se trata de una figura con trayectoria dentro de la UCR, pero que ciertamente perdió identidad, ya no influyen sus decisiones.
Los mensajes recibidos por este medio fueron claros: “Hay piñas en el Comité. Se llevaron (documentación) de la Junta Electoral. La sacaron del comité”.
“Se la llevaron Pagliaroni y compañía. Rajaron todo”. Seguramente hacen referencia al daño en la puerta y en el interior de la oficina y posteriormente huyeron con documentos de la Junta.
Por último, los textos señalan que “lo quieren cagar a trompadas a Manuel y compañía…unos militantes amigos”. Es una clara señal que el hecho no culminó en el edificio de Moreno y podría continuar en otro escenario, que no sería el ring.
Hay líos en la UCR, y es un golpe bajo a dos semanas de las PASO. Pagliaroni no cesa en su afán de causar más daño al partido.