Burgoa y el PJ: “Pueden salir terceros por la mala actitud de achicar el partido”
El manejo personalizado de las estructuras políticas genera discrepancias difíciles de subsanar. Ocurre en los partidos mayoritarios, donde la verticalidad monárquica por parte de quienes se apropian del sello democrático, obliga al distanciamiento voluntario de militantes y dirigentes que se consideran ignorados.
Cuando las posibilidades de participación se reducen a la mínima expresión, sucede el éxodo. Y la escasez de recurso humano debilita el partido.
“La conducción actual del partido no aprendió nada de las lecciones de la interna que nosotros dimos en 2019; teniendo en cuenta que el establishment de la línea dura del partido estaba dividido en dos listas. Y nosotros éramos la oposición por la renovación. En ese momento, no unieron a nadie”. A partir de allí, transcurrido el proceso, “nos dejaron afuera de todo, sin la posibilidad de trabajar en nada, ni integrarnos al efecto de renovación de las autoridades del PJ”, recordó uno de los referentes del peronismo, el exintendente de 28 de Julio, Omar Burgoa.
“La consecuencia de lo que pasó en 2019 es que ahora en vez de tres listas hay 6 o 7. Veo difícil que la conducción que no conduce, Carlos Linares y compañía, lleve al partido a buen puerto con un resultado electoral que necesitan Alberto Fernández y Cristina Fernández”, agregó el dirigente, conocido además el dato de que la Junta Electoral partidaria solo autorizó a dos listas a participar de las PASO.
“Tampoco será justo -si el resultado electoral resulta adverso-, que ellos se recuesten en el conjunto de la militancia para culpar a todos del fracaso. Acá -en las primarias de septiembre-, les puede ir muy mal, hasta salir terceros por culpa de las malas actitudes de grupos minúsculos de dirigentes que siempre cierran el juego para quedarse con los cargos y los lugares de las listas. Achican el juego, porque aún perdiendo, siempre ganan. Y las consecuencias las paga el conjunto”, concluyó Burgoa.