Chubut triplicó sus regalías un 215%, pero siguen los reclamos salariales
Los reclamos laborales en Chubut se sostienen a escalas intratables, pese a que en marzo y abril la provincia triplicó sus regalías un 215%. El distrito comandado políticamente por Mariano Arcioni recibió oxígeno suficiente para respirar financieramente y cumplir con las obligaciones y atrasos salariales, sin embargo es una incógnita el destino de esos fondos.
Las protestas sociales y laborales se mantienen con igual fervor que hace algunos años, a partir de deudas salariales que promueven el desánimo y el malestar masivo, frente además a una inflación que no conoce estaticidad.
El Gobierno recibió en los últimos meses una bocanada de divisas, pero conserva la infundada descapitalización social sin un argumento justificable. Las regalías se triplicaron, entre marzo y abril, un 215%; a ese dinero, el Gobierno lo mantiene herméticamente sellado. Esta suba está vinculada al valor del dólar y al precio del barril del crudo, que trepó a los 70 dólares.
Sueldo en cuotas
Con plata fresca, el Ejecutivo propondrá a los dirigentes gremiales el pago de la deuda salarial en cómodas cuotas de los estatales comprendidos en los rangos 3 y 4. Estiman que la financiación se extendería hasta fines del 2021. Y los trabajadores de los escalones 1 y 2 recibirían un bono.
Aseguran, quienes caminan las reparticiones de Casa de Gobierno, que la oferta habría sido aceptada por los representantes sindicales; lo que se constituiría como un gesto entreguista de los cabecillas gremiales contra los propios asalariados. Un inaudito.
El acuerdo, de firmarse, no le demandaría mayores esfuerzos presupuestarios al Ejecutivo. Por el contrario, se ahorraría negociar un nuevo incremento salarial con la vasta masa obrera dependiente del Gobierno.
Lo mencionado anteriormente no es menor, hace dos años que los trabajadores no negocian en el contexto de la paritaria, simplemente, no mejoran sus condiciones laborales. Y eso es un detalle que escapa a quienes deben discutir con la patronal, son conformistas, meros cómplices del destino incierto.