Sigue el despilfarro de dinero en Trelew: autorizaron 21 millones de pauta
El municipio que conduce Adrián Maderna no escatima en gastos. Quizás porque no es dinero que se genera con esfuerzo, más bien es patrimonio de la recaudación que permite el vecino con el pago de los tributos, sumado a otros ingresos repartidos de acuerdo a determinadas leyes. Por ende, hay libertad para el despilfarro.
Cinco Claves corrió lectura al Boletín Oficial número 695 de agosto y calculó gastos superiores a los 21 millones de pesos en concepto de publicidad oficial. No es novedad, todo Gobierno mantiene contentos a los medios a cambio de que se genere una buena imagen gubernamental hacia la opinión pública.
Lo lamentable sucede cuando se paga a medios que no intervienen en la comunidad. Sitios de noticias (gacetillas calcadas), que se crean con la finalidad de hacer negocios, que ni siquiera realizan lecturas analíticas de los temas de trascendencia. Y no se trata de ser oposición, es ofrecer una mirada puntillosa, con argumentos firmes de la realidad que se oculta.
Más grave aún es prestar nombres para facturar ante la Municipalidad. Militantes políticos que invitan a sus intimidades a cobrar las pautas para no caer en el escrache público. Sucede. Está permitido, son las reglas que impone y autoriza el Estado, pero moralmente es repudiable.
La mayoria de los dirigentes, también periodistas, mentan sitios ni siquiera influyentes para engrosar la billetera personal. Tomaron al periodismo como un negocio, bastardeando una profesión alguna vez reconocida como el cuarto poder.
Cualquier mortal, sin ánimo de menospreciar su condición, constituye un medio y cobra pauta. Es la ecuación acostumbrada sin el mínimo esfuerzo. Pocos se animan a hacer periodismo. Incluso algunos conservan su identidad apoyada en la historia, pero desde hace un tiempo perdieron influencia en la comunidad.
El municipio de Trelew -como la mayoría de las ciudades grandes del Chubut-, tiene acciones en distintos medios, y así cercena la libertad de prensa. Ahora, la realidad indica que las funciones periodísticas están reguladas por la libertad de empresa.