“Hospedaje Sampedro”, el comercio más antiguo de Rawson, cerrará sus puertas

Más de 90 años pasaron desde que el matrimonio compuesto por los españoles Restituto Aller y Trinidad González afincaron sus sueños en Rawson y apostaron así a la construcción de la capital provincial. En 1926 fundaron una cantina en Playa Unión y un hospedaje/restaurante en la zona céntrica de Rawson. Con tesón y compromiso pudieron hacer extensivo su proyecto comercial a las generaciones posteriores.

Como familia apostaron fuertemente al local que hoy sigue en pie: el “Hospedaje Sampedro”. Está emplazado en un lugar emblemático: Belgrano 744. Por allí pasaron historias de sacrificios, de luchas, y y de esfuerzos. Y tuvieron la maravillosa experiencia de ver crecer a Rawson.

Pero hoy, a más de 90 años del inicio de aquel sueño, el local comercial más antiguo de Rawson, está por cerrar sus puertas. La familia decidió ponerlo a la venta. Fue un largo proceso, derivado por decisiones profundamente pensadas, que los llevaron a tomar la determinación.

Para adentrarnos en la rica historia del hospedaje, repasamos junto a las nietas de Restituto y Trinidad, los hilos fundamentales de la construcción del proyecto. El matrimonio depositó el sueño en su hija Elena Aller. El hospedaje se sostuvo y se consolidó con el paso de los años. Elena, junto a su esposo José Sampedro, y sus hijas, supieron hacer del lugar un espacio entrañable para los capitalinos.

Beatriz Sampedro comentó que “para nosotros este lugar es nuestra casa, mi hermana Rosa y yo nacimos en el hospedaje”. Allí pasaron tantas vivencias, anécdotas e historias de vida, que Beatriz define al emprendimiento como “el útero de mi madre”.

El legado que construyeron los abuelos maternos ha sido resguardado por la familia Sampedro. “Tuvieron cantina en playa, en la época en donde llegaba el tren, y luego compraron este lugar. Se administraron ambos lugares, hasta que el mar se llevó unas casillas que estaban sobre la arena, y decidieron sostener este lugar céntrico”, contó Beatriz mientras repasaba junto a Cinco Claves los registros fotográficos celosamente custodiados.

La familia administró sobre la calle Belgrano el servicio de restaurante, bar y hospedaje. Beatriz recordó que “convivimos con otros lugares que ofrecían productos similares, hacían que la vida fuera muy pintoresca, pero esos locales se fueron cerrando”.

Con el paso de los años, al hospedaje se le fueron realizando modificaciones para modernizarlo y brindar mayor confort, sin que perdiera su esencia antigua. “Hemos ofrecido este espacio a familias que venían de otros lugares en busca de trabajo, hospedamos gente que realiza trámites, o que viene por razones médicas, y a turistas que eligen la ciudad y van de paso”, dijo.

Desde el hospedaje “vendemos la tranquilidad” de Rawson, definió. La ciudad que cobijó a sus abuelos y que vio nacer y crecer a la familia “es bastante segura y por ello creo que muchos nos han elegido año tras año”, resaltó.

Por su parte, Valeria Sampedro se refirió a la decisión de poner a la venta el local después de un proceso efectuado en familia. “Después de mucho pensar, de ver varias opciones para cambiar, porque se hicieron tres ampliaciones a pulmón, se mejoró y tal vez no es la actividad que era antes, arribamos a esta decisión”, dijo.

“Tenemos destinos diferentes. Necesitamos concretar proyectos. No fue fácil, pero creemos que es el momento”, dijo Valeria. La familia llevó adelante el proyecto “siempre de manera particular, los últimos tiempos han sido difíciles, pero apostamos a que mejore”.

Valeria señaló por último que “a lo largo de las generaciones no es fácil mantenerlo porque tenemos sueños diferentes, es lo que nos lleva a terminar una etapa que quedará en la historia de Rawson”.

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