La confusión reina en uno de los motores económicos más trascendentales de Trelew. Una situación que genera sospechas, y va en detrimento de la actividad comercial. El Sindicato de Empleados de Comercio alertó sobre la suba de contagios de trabajadores del rubro, sin embargo, los propietarios de negocios señalan que cumplen estrictamente con los protocolos.
La duda está planteada: ¿cómo se contagian los empleados, si los dueños de comercios garantizan la seguridad en los locales? Los protocolos, en teoría, se cumplen, entonces ¿dónde se infectan de COVID-19 los trabajadores?
Son interrogantes que por el momento no tienen respuestas, o quizás nadie se atreve a deslizar. Será que los empleados cumplen con los protocolo estrictos en horario laboral y después (o antes) de cumplir con sus obligaciones, echan a rodar su deseo libertario, sin el mínimo respeto a las restricciones que impone el escenario epidemiológico marcado por la pandemia.
Cierto es que ante el incremento de casos positivos en Trelew, el SEC ya planteó a las autoridades municipales reducir el horario de atención al público en comercios hasta las 19. La petición no tiene el consenso suficiente en los propietarios de negocios, que demasiado soportaron meses de caja chica ante la imposibilidad inicial del COVID-19, que obligó a un cierre abrupto y casi eterno de los locales el año pasado.
El SEC tampoco se preguntó, por la lógica de defender al trabajador y no al empleo, cómo es el comportamiento de sus representados para un desenlace tan drástico; sobre todo cuando el mandamiento común es cuidarse y respetar criterios para mitigar el virus.
Los propietarios no tienen responsabilidad, tampoco son la causa para que el comercio limite su capacidad laboral. Existe un hecho certero: no hay conciencia social, a partir de un desapego absoluto a las normas que impone el momento.