Un incendio, inicidado por un calentador eléctrico, se desatí en un edificio de Nueva York, y dejó al menos 19 personas muertas y 63 heridos, según informó el alcalde Eric Adams.
Al menos 200 bomberos participaron en la extinción del fuego, que se declaró en el segundo y tercer piso del edificio de 19 plantas.
Los medios de comunicación estadounidenses reportaron que hay varios niños entre los fallecidos.
El alcalde, Eric Adams, dijo a CNN que «es uno de los peores incendios de nuestra historia».
Un tiroteo en una escuela secundaria de Texas (Estados UNidos) dejó al menos cuatro personas heridas, según confirmó la Policía local.
En principio no habría víctimas fatales. Los heridos fueron trasladados al hospital.
El tiroteo se habría producido tras una pelea entre dos estudiantes en la que se utilizó un arma, según información de la cadena de noticias CNN.
La policía capturó a un sospechoso de 18 años. «Ha sido detenido sin incidentes y acusado de múltiples cargos de asalto agravado con arma de fuego», confirmaron las autoridades.
Estados Unidos donará 500 millones de dosis suplementarias de la vacuna Pfizer contra el coronavirus para distribuirlas, mediante el mecanismo internacional Covax, en los países con menos recursos.
El presidente de EE UU, Joe Biden, ya había anticipado la iniciativa en la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) y será anunciada formalmente durante una cumbre virtual sobre la lucha contra la pandemia.
Las fuentes de agencias internacionales indicaron que Biden pretende que cada país «alcance el 70 por ciento de vacunaciones» en su población dentro de un año.
A la fecha, Estados Unidos donó 160 millones de dosis a más de 100 países.
Como consecuencia de las tormentas provocadas por el huracán Ida en Nueva York y Nueva Jersey, ya son 16 las personas que perdieron la vida desde que el fenómeno meteorológico tocó tierra el domingo pasado en el sur de los Estados Unidos.
La gobernador neoyorkina, Kathy Hochul, declaró el «estado de emergencia» después de que se registraran «importantes» inundaciones, que podrían afectar a unos 20 millones de personas.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, declaró también el estado de emergencia y en Filadelfia se emitió una alerta de tornado.
El subte de Nueva York debió interrumpirse debido a que las lluvias inundaron estaciones, vías y plataformas. También se cancelaron vuelos.
Según el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS), es el primer estado de emergencia por inundaciones repentinas que se declara en la historia de Nueva York.
El presidente de EE UU, Joe Biden, viajará el viernes a Luisiana, donde el huracán Ida destruyó edificios y dejó sin electricidad a más de un millón de hogares.
El despegue del último avión militar estadounidense desde Kabul, la capital de Afganistán, puso fin -según anunció El Pentágono-, a la evacuación de los civiles y las tropas que permanecían en el país.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había fijado el 31 de agosto como fecha límite para la retirada, tras 20 años de invasión.
Minutos después del cierre de la operación estadounidense, se escucharon disparos a modo de festejo.
Desde el 14 de agosto, un día antes de que los talibanes tomaran Kabul, más de 79 mil civiles fueron evacuados en vuelos militares de Estados Unidos.
Junto con los vuelos de la coalición internacional, la cifra asciende a más de 123 mil. Desde el Pentágono lamentaron no haber podido evacuar a tanta gente como querían.
Estados Unidos ejecutó en Kabul un nuevo ataque «defensivo» con un dron y en este caso contra un vehículo cargado de explosivos para «eliminar una amenaza inminente» del grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K).
Este accionar provocó la muerte de al menos seis personas, incluidos cuatro niños. Además, se informó desde el canal de TV afgano Ariana News, que también hubo cuatro heridos y se destruyeron dos vehículos y parte de una vivienda.
El portavoz del mando central del Pentágono, Bill Urban, indicó que «estamos seguros de haber dado en el blanco».
El presidente de EE UU, Joe Biden, había afirmado que un nuevo ataque era «altamente probable» después del doble atentado en el aeropuerto de la capital de Afganistán, reivindicado por ISIS y que dejó un centenar de muertos, incluidos 13 soldados estadounidenses.
En represalia, Estados Unidos ya concretó un ataque con drones, en el que murieron dos miembros del EI, y hubo un tercero herido.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió venganza contra ISIS por los atentados en Afganistán y este viernes el Ejército estadounidense atacó con un drone a un presunto miembro de la milicia extremista que se atribuyó los hechos.
La represalia se produjo al este de Kabul, la capital del país. Desde el Pentágono dijeron que solo un individuo falleció en el ataque y que no se registraron víctimas civiles.
En los atentados que se produjeron en el aeropuerto, murieron alrededor de un centenar de personas, según versiones de la prensa internacional.
El objetivo fue golpear el operativo de evacuaciones luego de la toma de varias ciudades por parte de los talibanes, antes de que Washington se retire del territorio el próximo martes.
Tras una serie de ataques en Kabul, (capital de Afganistán), adjudicados por el Estado Islámico (ISIS) a través de un mensaje difundido por el canal de la milicia extremista, los terroristas atacaron a las fuerzas talibanes.
Los ataques dejaron más de 100 muertos y según autoridades de Estados Unidos podrían producirse nuevas embestidas, antes de su retirada definitiva.
Los miembros de ISIS tendrían la intención de intentar apoderarse de Afganistán tras la salida de la coalición internacional. Las fuerzas talibanes no son suficientes para disuadirlos.
Los enfrentamientos a los talibanes se produjeron en el Este del país y además fuentes informaron que miles de terroristas de ISIS lograron tomar el control de una gran región, tras penetrar libremente desde el territorio de Pakistán.
Según los informes, los talibanes no pueden contener el ataque de los terroristas del Estado Islámico. Pero cabe la posibilidad de que Estados Unidos pueda intervenir, en virtud de que su presidente Joe Biden ordenó ataques contra ISIS en respuesta a los ataques terroristas, que provocaron la muerte de 18 militares norteamericanos.
Se especula con que las fuerzas de resistencia pueden asistir a los talibanes en Panjshir, cerca de las zonas controladas en las que se están produciendo los principales enfrentamientos.
A menos de una semana para que las tropas de Estados Unidos se retiren, aviones militares extranjeros están reforzando las tareas de evacuación en Afganistán, donde miles de personas permanecen en el aeropuerto de Kabul para intentar huir del país.
El 31 de agosto, EE UU pondrá fin a sus propias evacuaciones, en el territorio que ahora está bajo control de los talibanes.
En tanto, los talibanes ya ratificaron que no aceptarán la presencia de tropas extranjeras a partir de esa fecha.
Desde el 14 de agosto, cuando era inminente la toma de Kabul, ya abandonaron Afganistán 82.300 extranjeros o ciudadanos afganos en riesgo.
Un reporte realizado el gobierno de Estados Unidos reveló que “la incertidumbre económica, las políticas intervencionistas, la alta inflación y el estancamiento económico persistente” que traspasa a Argentina “han impedido que el país maximice su potencial”.
En el informe del Departamento de Estado de la Casa Blanca sobre la economía argentina, admitieron que hay “oportunidades de inversión” en el país, pero cuestionaron las “políticas intervencionistas” del gobierno de Alberto Fernández.
En ese sentido, “la pandemia profundizó la recesión económica plurianual del país”, cuestionó el Departamento de Estado.
Actualmente hay en la Argentina más de 300 empresas estadounidenses en operación. “Los trabajadores argentinos se encuentran entre los más capacitados de América Latina. Los inversores extranjeros suelen citar a la mano de obra calificada”, admitieron.
Y, además, sobre la relación con los gremios, el informe asegura que “se producen tensiones. Muchos gerentes de empresas extranjeras dicen que los desafíos que plantean los sindicatos fuertes pueden obstaculizar una mayor inversión por parte de su sede internacional”.