“Necesito tu ayuda ya. Mi vida corre peligro. Ven rápido. Ven y sálvame la vida”, dijo en la última conversación telefónica conocida el presidente de Haití, Jovenel Moise, minutos antes de ser asesinado el pasado 7 de julio.
En ese contacto, a la 1:34 a.m., el mandatario pidió ayuda al jefe de la policía haitiana y a otro oficial de las fuerzas para que combatieran a las personas que habían entrado a la mansión presidencial.
La balacera en la mansión presidencial inició cuatro minutos antes de la primera llamada, a las 1:30 a.m., de acuerdo con vecinos de la zona que escucharon los disparos.
Antes de que el oficial terminara la conversación con Moise, hubo un silencio. Unos segundos después, se escuchó el potente disparo de un rifle de asalto.
Tras el tiroteo que acabó con la vida de Moise, 18 ex militares colombianos y 2 ciudadanos de nacionalidad haitiana y estadounidense fueron detenidos, mientras que se estima que hay otras cinco personas prófugas. Los funerales de Estado se realizarán el próximo viernes en Cap-Haitien.