Rawson no tiene transporte urbano de pasajeros. Una esencialidad para los tiempos que corren; aunque el destino climático y el receso escolar invernal no lo consideren oportuno, sin embargo, es mucha la gente que necesita trasladarse y no tiene los recursos.
Mientras el municipio capitalino demora la resolución de un servicio primario, para el vecino resulta una proeza poder cumplir con sus obligaciones sin un transporte, que mínimamente, transmita confianza.
El vecino no puede esperar, menos cuando ya existía una evaluación de mercado que conocía este desenlace. El Ejecutivo no lo priorizó, lo desatendió, y ahora se impuso un plazo para buscar una salida de emergencia. Y bajo esa condición, posibilitar tal vez la circulación de unidades que no reúnen las condiciones de seguridad, o al menos, no rotulan 0 kilómetro.
El tiempo transcurre y permite observar falencias, indica los momentos oportunos para saber actuar, y cuando se ignora, resolver es complejo. No se admiten parches, más bien, un proceso que consolide la prestación de un servicio. Pero para ello, se debe intervenir con precisión.
El intendente de Rawson, Damián Biss, deslizó que en menos de 30 días debe resolver el servicio de emergencia, o en el mejor de los casos “esta semana”. Y el vecino deberá seguir esperando. Incluso mencionó que en “6 o 7 meses estará armado el pliego licitatorio” para que una empresa se responsabilice por el transporte.
No hay certezas sobre el reinicio de las operaciones en Rawson. El vecino deberá conformarse con lo que hasta ahora es una incertidumbre por parte del Ejecutivo.