Austera, analítica y sigilosa se manifiesta la presidente de la UCR Chubut, Jacqueline Caminoa, ante un escenario electoral que la considera. La dirigente, si bien está plena con la reconstrucción del partido -que hace largos años omitió su trascendencia histórica de construir poder y se aferró al préstamo desmesurado de su estructura para favorecer al oportunismo minúsculo; cuestión que amplió la grieta entre sus afiliados-, varios fieles radicales y otros extrapartidarios le ofrecieron apoyo para lo inmediato: las PASO de septiembre, y las generales de noviembre, ya ratificadas por el Congreso Nacional.
Caminoa es cautelosa. Observa y estudia los movimientos que se suceden -sin notoriedad por el momento-, entre quienes buscan un lugar en el Senado y en Diputados.
La dirigente, oriunda de Lago Puelo, debe resolver antes asuntos coyunturales, por ejemplo, la Convención partidaria -estaba prevista para el 24 de abril pero la pandemia la suspendió hasta nuevo aviso-, que determinará las estrategias electorales. Una vez definidos los mandamientos, Caminoa analizará el pedido uniforme de sectores clave: su candidatura en primer término para la Cámara Baja.
La líder radical es responsable; aunque también escucha y entiende necesario un proceso de reconstrucción planificado, ordenado, nulo de mezquindades. Ni siquiera mirar las huellas del pasado es conveniente. El rearmado homogéneo del partido inicia con otro espíritu; bajo la misma identidad que impulsaron los próceres de la UCR.
Los cortos circuitos internos -muchos adrede-, derrumbaron la ilusión de quienes consideraban al radicalismo una plataforma para la transformación cívica, institucional y política del país. Los personalismos destruyeron un sector que se propuso ideas colectivas. Y la adopción de prácticas leales, descontaminadas de avaricia.
Ese proceso es el que propone Caminoa. “Primero debo resolver la Convención, después estudiaré cada propuesta”, dijo la dirigente este fin de semana en Trelew, luego de participar en una charla con afiliados y extrapartidarios.
Es, quizás, la dirigente más potable que ofrece al presente la UCR. Incluso el electorado la distingue como “fresca”, “descontracturada” y amable. Y promotora de la unidad partidaria, lejos del chicaneo infundado. Además, sus gestos distan de la frialdad que caracterizó por años a la dirigencia ucerreísta.
Caminoa no descartó propuestas para encabezar la lista diputados. Aunque el dilema pasa por resolver alianzas y acuerdos promovidos por otros partidos. La voluntad mayoritaria predominará, por eso será esencial lo que transcurra en la Convención.
La presidente de la UCR visitó la costa y el valle chubutense. Dispuso su oído para recibir inquietudes y solicitudes. Evaluará con raciocinio cada planteo, y organizará los tiempos para que el árbol no le tape el bosque. Pero comprende que un porcentaje amplio cree conveniente que encabece la lista por un lugar en la Cámara baja.