viernes, febrero 14, 2025
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Células del Isis en Argentina fueron convocadas para cometer atentados en movilizaciones

Tras fastuosos allanamientos concretados en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, por parte de la Unidad de Investigación de Antiterrorismo de la Policía Federal Argentina, se secuestró material gráfico y tecnológico relacionado con la organización radical islámica conocida como Isis.

Durante los procedimientos, efectuados en Venado Tuerto (Santa Fe), Córdoba Capital (provincia homónima), y Lanús y Dock Sud (Bs As), se supo de traducción de noticias y propaganda del grupo terrorista; además de la existencia de comunicación articulada con soportes virtuales entre usuarios partidarios del grupo terrorista en América latina, Estados Unidos y Europa, según reprodujo el sitio REALPOLITIK.

En los procedimientos secuestraron once teléfonos celulares, cinco pendrive, un reproductor MP3, cinco libros y diarios, un disco rígido y ocho memorias RAM, dos lectores de memoria, tres discos duros, una tablet, un módem, cinco libros de Isis y documentos con inscripciones en árabe. Y, de acuerdo a trascendidos, el primer ataque tenía como objetivo un camión en una marcha contra la comunidad LGTB.

La iniciativa fue el resultado de una investigación iniciada en 2019, en colaboración con el FBI (Federal Bureau of Investigación) de Estados Unidos, en torno a la existencia de una célula terrorista local.

Luego de que trascendiera esta información, se realizó la judicialización pertinente y, como consecuencia de la investigación, se identificaron a varias personas.

La dirección nacional de Inteligencia Criminal, recién tomó conocimiento del tema en marzo, como consecuencia de un informe de inteligencia que alertaba sobre la vinculación entre miembros de un grupo internacional, a través de la plataforma Telegram, para el envío de información sobre el armado de explosivos al grupo radicado en Argentina.

Como consecuencia de la colección de elementos probatorios en la causa 2.272/2021, que tramita en el juzgado nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 10, a cargo de Julián Ercolini, se abocó a la investigación del caso a los agentes de la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal Argentina, la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia y el ministerio de Seguridad de la Nación a través de su dirección nacional de Inteligencia Criminal, que recién entonces coordinó los allanamientos junto a agentes del FBI.

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