Una organización dedicada al contrabando de lingotes de oro fue desbaratada por personal de Gendarmería Nacional. La investigación permitió descifrar el modus operandi de la red delincuencial: empleaban a choferes de transporte internacional de cargas para trasladar productos de manera clandestina tanto de Argentina hacia Chile, y viceversa.
La pesquisa se inició hace algunas semanas cuando la Aduana identificó que se intentaba contrabandear cientos de cajas de cigarrillos. A partir de ello, y debido al avance de la investigación que continuó Gendarmería, a comienzos de este mes, a la altura de “Punta de Vacas”, el Escuadrón 27 “Uspallata” interrumpió la marcha de un camión que era conducido por uno de los choferes que estaba siendo investigado.
En ese momento, y dadas las líneas de indagación que seguía la fuerza federal, se inspeccionó el interior del rodado de manera exhaustiva, lo que posibilitó hallar un kilo de oro fraccionado en cuatro lingotes de 18 K de 250 gramos cada uno. El mineral pretendía ser sacado del país de forma oculta. Inmediatamente, como consecuencia de ese operativo, el Juzgado Federal N° 3 de Mendoza, Secretaría Penal «D” dispuso la detención del chofer y el secuestro de los lingotes.
Al continuar con las actuaciones investigativas y, por orden del Juzgado interviniente, se realizaron siete allanamientos en viviendas particulares y locales comerciales en Mendoza. Y se detuvo a otros cuatro integrantes de la organización criminal. También se secuestró una gran cantidad de vehículos y bienes suntuosos, presumiblemente obtenidos a partir de las ganancias de la actividad ilícita.
El Juzgado dispuso el secuestro de tabaco, cigarrillos y pegamento dental, así como teléfonos celulares, zapatillas, indumentaria, bazar, neumáticos y electrodomésticos que se contrabandeaban hacia ambos lados de la frontera. Junto con ello, durante el transcurso de la investigación se logró establecer que los investigados también ingresaban clandestinamente mercadería desde el Estado Plurinacional de Bolivia, la que luego era comercializada.
El magistrado actuante ordenó el secuestro del dinero en efectivo hallado en los allanamientos, cheques y elementos informáticos, teléfonos celulares e importante cantidad de documentación que resultará vital importancia para el desarrollo de la investigación.